lunes, 15 de abril de 2013

Papel del equipo de orientación


La cesión o traspaso de la intención educativa de formar a los escenarios educativos de la educación formal implica la obligación y la necesidad de evaluación y control de los logros educativos alcanzados y el compromiso de revisar y regular el proceso de educación si éstos no se consiguen. Quiero destacar en este punto el crucial papel que tiene la orientación en cuanto a la revisión, regulación y ajuste de estos logros educativos a los cuatro principios básicos que conceptualizan el binomio enseñanza-aprendizaje como un proceso de culturización, contextualización, mediación y consecución de autonomía. Para ello, es imprescindible una cooperación real, poniendo claros los límites y responsabilidades de cada profesional implicado y evitando la continua demanda de soluciones urgentes (para ayer) que sólo arreglan los problemas a corto plazo sin que en realidad supongan un avance. Es por ello además que el asesor, desde un enfoque constructivista, rechaza las relaciones de dependencia profesional que crean indefensión ante posibles conflictos.
En cuanto a la relación profesional y el grado de dependencia entre orientador y orientado, el orientador debe estimular a docentes, alumnos y padres en su autonomía en la toma de decisiones a fin de evitar la dependencia. Esta relación profesional tiene que ser colaborativa y de complicidad. De no ser así, se puede producir un déficit en la mediación recibida, lo que repercutiría directamente en las dificultades de aprendizaje de los alumnos implicados.

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